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Cosas de una mente traumatizada...

Llegara el día...

Llegara el día...

Siempre queremos cosas. Desde que somos pequeños pedimos y pedimos esperando recibirlo todo y cuando no nos lo dan pataleamos y lloramos hasta conseguirlo. Es un método eficaz si se tienen siete años pero el tiempo pasa y solemos crecer, llegando el momento en el que patalear y llorar no nos sirve de nada.

Eso fue lo que mis padres me enseñaron, "Gánatelo y lo tendrás".

Siempre lo he visto así, sé cuando merezco las cosas y cuando no. Sé cuando debo y cuando no debo darme un capricho.

A veces es más gratificante comprar algo que has conseguido con el sudor de tu frente que obtenerlo como un regalo o el dinero de otros. Tengo cosas que me han costado tanto que incluso guardo las etiquetas o el ticket hasta que el color de la tinta se pierde...

 

Pero aunque pensemos que no, llega un momento en que todo se acaba, las cosas se rompen o simplemente te abandonan y en esos momentos es cuando te das cuenta de que lo duro no fue conseguirlas sino haberlas perdido.

Ya sea porque se rompa, desaparezca o se marche cuando perdemos algo que nos ha costado trabajo conseguir nos duele más que cualquier otra cosa en el mundo.

Somos conscientes de ello antes de comprarlos pero aun así lo hacemos, sabiendo que aunque duela un buen día nos levantaremos dándole gracias por haber ocupado un tiempo en nuestras vidas.

Si me tengo que ceñir a lo personal, confieso que he perdido, tal vez más de lo que he ganado en esta vida, pero hoy por hoy debo de estarle agradecida a todo lo que tuve y se rompió, a todo lo que estuvo y se marcho por haberme enseñado para bien o para mal los caminos de esta vida.

 

Mi mayor deseo es que llegue el día en que al perder algo no me sienta mal. Que lo vea alejarse y solo pueda sonreír, que sepa que no volverá y no pueda dejar de alegrarme por la vida que le espera, saber que puede que me olvide pero que yo nunca lo haré....

Quiero poder levantarme una mañana y que alguien me pregunte:

 

-"¿No vas a buscarlo?"

-"No" 

-"¿Por qué?"

- ........

-"¿Te encuentras bien?"  

-"Si, creo que si"

 

 

Dejar que las cosas pasen, se vallan y vuelvan si tienen que hacerlo pero que yo no me sienta mal por su partida.

Cada uno tenemos nuestro camino, hay que tomar las riendas del destino con dos manos y espolear nuestros flancos hasta que no podamos mas y el corazón se nos salga del pecho pero que al detenernos solo seamos capaces de ver, verde, azul y dorado.

Y poder descansar por siempre en esa pradera con el Sol tostándonos la cara y la suave brisa moviéndonos el pelo.

Sí, anhelo llegar a ese parte de mi vida en que las arrugas de mi cara solo se acentúen cuando ría tan alto que los pájaros revoloteen asustados y quiero también que esas risas solo sean el fruto de un pasado sino feliz, al menos mío.

 

 

   ...El más difícil no es el primer beso sino el último.

 

 

 

 

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